Permite sentir la presencia, protección y amor de la Divinidad femenina. Ilumina nuestra sombren donde se almacena dolor y sufrimiento. Brinda soporte y esperanza, reemplaza aspectos heridos de nuestro ser con amor y valentía. Derrama amor sobre nuestro ser en momentos de ansiedad, incertidumbre y turbulencia.
Transforma la negatividad que surge de un trauma. Integra partes separadas de neustros, librándonos del dolor emocional.
Es una bendición de la gran madre, con esta esencia Isis llama a aquellas personas listas a ir hacia adelante dándoles valor.
Arquetipo:
Patrón de desequilibrio: