LOS NIÑOS EN ESCUELA

LOS NIÑOS EN ESCUELA

El inicio de la educación primaria marca el momento en que el niño sale de la rutina hogareña para integrarse a otro estilo de vida, con horarios y rutinas nuevos, con un entorno distinto y con muchas más presencias de las que tenía en su hogar. Sin duda es un momento importante en la vida del niño y de la familia que va a transitarse acompañado de diversas emociones, no siempre gratas, mientras el pequeño se adapta y en este momento el apoyo que los elixires florales nos brindan puede ser de enorme importancia.

Mantener horarios y rutinas para el niño es fundamental en este momento ya que le ayuda a organizarse internamente y a ganar seguridad puesto que ya sabe qué va a hacer y qué se espera de él en cada momento del día.

Es recomendable que desde los 3 o 4 años el niño tenga acceso a libros adecuados a su edad, así cuando llegue a la educación primaria comprenderá con suma facilidad la importancia de los libros, la lectura y la escritura en su nueva etapa de vida, si no ha sido así es bueno integrar la lectura de libros infantiles antes de dormir y dejar de ver televisión o juegos electrónicos un par de horas antes de ir a dormir.

Mantener la comunicación con el niño resulta fundamental, hacer un alto para escuchar lo que nos cuenta que le ha sucedido en la escuela y mantener el contacto físico con el pequeño le ayuda a madurar y a sentirse querido y apoyado.
Seguir abrazando al pequeño es muy saludable y también mantener un contacto, en el hombro, en su brazo, cuando estamos revisando tareas o ayudándolo en alguna labor escolar.

Para conseguir un buen desempeño escolar, además de que el niño se encuentre bien nutrido, es importante ir respetando su proceso de maduración mental y emocional, acompañarlo en el proceso de crecer, no empujarlo, no sobreestimularlo, no abrumarlo con la carga de las buenas calificaciones. Si el niño se siente seguro y contento irá integrando los conocimientos escolares sin dificultad, promover su seguridad y su autoestima son los grandes apoyos en el avance escolar.

Todavía en los tres primeros años de la escuela, los niños necesitan para madurar la compañía y la escucha de la madre de manera primordial, del bienestar emocional de ella va a depender mucho el progreso y la integración del niño a la escuela.
Alrededor de los 9 años se cristaliza un momento de maduración en el niño que lo lleva a una percepción de sí mismo y del mundo mucho más apegada a la realidad.

Aparece una crisis que involucra una mayor percepción de su individualidad, es más consciente de sí mismo, integra la imagen de un “yo” que le permite mirar también a los otros distintos y separados de él.
El mundo de la fantasía pierde relevancia y el interés por el conocimiento del mundo real se afirma.

Empieza a cambiar su visón de los adultos, ya no son sus ídolos, superhéroes, padres todopoderosos, comienza a dimensionar sus cualidades, sus habilidades y defectos, aparecen la rebeldía, las críticas a los adultos, es un yo que empieza a encararse con otro. Y también aparece un sentimiento de soledad y un deseo de encontrarse con sus iguales, de ahí que en este momento el sentido de la amistad cobre una renovada importancia y unas formas nuevas de compartir y vincularse con los demás niños de su edad.
Este momento del desarrollo es casi una pre-adolescencia, aunque más suave y menos consciente.
Observamos la separación de niños y niñas a nivel grupal, al observarse mejor a sí mismos y las diferencias entre ellos se inicia la curiosidad por las diferencias sexuales y en un primer momento un enfrentamiento entre lo masculino y lo femenino, “ellos los brutos, ellas las tontas”
Alrededor de los 11 o 12 años se afirma la capacidad de juicio propiciado por el desarrollo cerebral y los años de socialización en la escuela. La relación con padres y maestros se tiñe de oposición hacia todo lo que sea límites y autoridad, estamos casi al final de la educación primaria y habrá que modificar, con mucho tacto, las normas y los acuerdos con nuestros hijos para que podamos seguir funcionando como figuras de autoridad sin resultar oprimentes a la nueva etapa de iniciativas y participación que en este momento se afirma en los niños.
Necesitamos ejercer una autoridad que se apoye en el conocimiento de los hechos y que se considere a sí misma, una guía y un sostén y no un amigo más de nuestro hija o hijo.
Recordemos que con la crianza estamos creando futuro. Nuestro atento quehacer contribuye al cambio en la humanidad, evitemos la tentación de apresurarnos y apresurar a los pequeños, el momento presente siempre nos aporta todas las posibilidades, entre las que se encuentran el uso de los elixires florales y demás terapias alternativas que serán un sostén cálido y nutricio en el desarrollo de nuestros hijos.
RECUADRO CON INFORMACION DE LEIXIRES FLORALES
“Doce flores muy recomendadas para los niños”
MARIPOSA LILY. Además de nutrir la imagen materna en el niño, esta flor ayuda a su maduración intelectual y emocional.
MIMULUS: Para ayudar a dislover los miedos cotidianos de los niños y dotarlos de confianza.
ASPEN: Un elixir floral muy indicado para los miedos nocturnos, a fantasmas y seres de su imaginación.
WALNUT: Esta flor nos ayuda a adaptarnos a los cambios, cuando inician la escuela, cuando hay cambios de maestro, de casa o de lugar de residencia, les ayuda a mirar el futuro con confianza.
CLEMATIS: En los primeros tres años de la escuela, muchos niños viven todavía muy anclados al mundo de la fantasía y pierden concentración con facilidad, esta flor permite que el niño se sienta más atento y enfocado, a que no se distraiga tanto.
LECHUGA: Permite que el niño se sienta confiado y seguro, que se exprese de manera espontánea, alegre y clara, este elixir floral repara la falta de nutrición con leche materna .
CHESTNUT BUD: Excelente acompañante de los estudiantes, promueve una mayor maduración, estimula las capacidades cognitivas, brinda una mayor comprensión de los contenidos académicos.
CAPULIN: En el sistema floral Florara el capulín es la flor para combatir el nerviosismo y la ansiedad, muy útil para todo tipo de desborde, enuresis nocturna, crisis de llanto en el niño, tranquilidad para ciertas actividades escolares y sociales.
CHERRY PLUM: Infunde valor para desempeñarnos correctamente, ayuda al niño a tranquilizarse y sentirse seguro en situaciones que lo ponen a prueba, como las presentaciones de la escuela, la lectura en vos alta frente al grupo, el miedo a los exámenes, etc.
CHICALOTE: Este elixir floral promueve el aprendizaje, profundiza nuestra capacidad analítica es muy útil a partir de los 11 años, en que se instala el juicio crítico, ayuda a desarrollar el mismo.
PRITY FACE: Para la aceptación de la propia imagen corporal, para que el niño se sienta seguro de su imagen y de su presentación, en casos de timidez también se observan buenos resultados.
COSMOS: Este elixir floral nos aporta la capacidad de integrar las ideas y expresarlas con claridad, apoya los procesos de comunicación en el niño y les permite sentirse más seguros de hablar en público y expresar sus ideas.